En los arándanos deshidratados y en los jugos y mezclas de jugo encontramos azúcares naturales acompañados de fibra, que nos brindan la energía que las células requieren para su trabajo metabólico y para la actividad física.
Esta energía, que se obtiene de los azúcares naturales, que es libre de residuos y fácilmente aprovechable por el organismo, es la que nos ayuda a concentrarnos en la escuela o el trabajo, en las tareas más importantes y a realizar actividad física. Debido a que los arándanos también contienen fibra, al tiempo que nos brindan energía también nos dan saciedad y nos ayudan a apegarnos mejor a dietas correctas y ordenadas. Estos beneficios son para toda la familia y son especialmente importantes para los preescolares, escolares y adolescentes, los más jóvenes de la familia, para su desempeño escolar y para la realización de ejercicio y la práctica de deporte.
En los niños son frecuentes las enfermedades infecciosas de todo tipo, desde las de la garganta y las vías respiratorias hasta las estomacales y del sistema digestivo, pasando por las de la piel y las vías urinarias. Es importante prevenir infecciones y brindarle a sus cuerpos los elementos necesarios para recuperarse rápida y fácilmente; y los arándanos, por su elevada capacidad antioxidante y por su enorme concentración de sustancias capaces de absorber radicales libres y fortalecer las membranas, contribuyen justamente a fortalecer los tejidos protectores y a prevenir o resolver más rápidamente enfermedades infecciosas de todo tipo.
Además los mismos antioxidantes que fortalecen piel, cabello y a las membranas protectoras contra las infecciones también actúan como antioxidantes capaces de prevenir los efectos nocivos de los agentes radicales libres presentes en el ambiente y producidos por el trabajo celular mientras que también protegen a los más pequeños de la acción de los nocivos rayos del sol.
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