En una cadena se difunde el mensaje de que si Morena gana la
elección con ese margen, el PRI perderá su registro como partido político, la
información es falsa.
Omar González e Irene Larraz / Verificado 2018
Una cadena de Facebook en la que se asegura que “si AMLO
llega al 80%, el PRI pierde su registro” ha obtenido más de 45 mil
interacciones en redes sociales y se ha difundido en al menos cinco grupos de
apoyo al candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
La información no tiene sustento: no hay una sola encuesta
que ponga a López Obrador con ese porcentaje y, por si fuera poco, aún cuando
el candidato obtuviera esos votos, los partidos políticos sólo necesitan tener
el 3% de la votación en cualquiera de las tres elecciones federales
—presidente, senadores y diputados—, para mantener el registro.
No existe un solo estudio que plantee la posibilidad de que
el PRI obtenga un porcentaje menor a ese 3% en las elecciones federales del 1
de julio.
Según la ley, un partido político nacional puede perder su
registro si no participa en un proceso electoral ordinario; si no obtiene por
lo menos el 3% de la votación válida emitida en la elección federal y ordinaria
inmediata anterior; si incumple con los requisitos para el registro, o si
incumple con la normatividad electoral. También pierden su registro los
partidos disueltos o que se fusionen con otro partido, según se establece en el
artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos.
El partido político que no puede mantener su registro pierde
también todos los derechos y prerrogativas que le otorga la la ley, como el
financiamiento público o el acceso a espacios en radio y televisión. Sin
embargo, la cancelación o pérdida del registro no exime a los dirigentes y candidatos
de ese partido de cumplir con la fiscalización que establece la ley hasta la
liquidación de su patrimonio.
En los últimos 25 años, 20 partidos políticos nacionales han
perdido su registro, según el recuento del Instituto Nacional Electoral (INE),
como el Partido Humanista, que en las elecciones a diputados de 2015 sólo
alcanzó el 2.25% de la votación; el
Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), en el año 2000,
cuando obtuvo el 0.42% de la votación emitida en la elección presidencial, 0.74%
en la de senadores y 0.73% en la de diputados.
En coalición, los votos se reparten
En 2014, como parte de la reforma político-electoral, se
aumentó el porcentaje mínimo de votos requeridos para mantener el registro de
2% a 3%, y se obligó a los partidos que van en coalición a presentarse por
separado en la boleta. De esta forma, los votos que reciben como coalición se
reparten entre los partidos marcados por el ciudadano.
A la hora de contabilizar los votos, el INE suma todas las
boletas marcadas de la misma forma y divide esos votos de forma proporcional.
Por ejemplo, si la coalición está compuesta por tres partidos y el ciudadano
decide marcar sólo dos, la suma de los votos que han elegido esa combinación se
reparten entre esos dos partidos.
Pero en cualquier caso, cada partido debe alcanzar el 3% de
forma independiente.
Promover el pluralismo
El umbral del 3% busca mantener en equilibrio la tensión que
hay para promover la pluralidad y que no se fragmente el sistema de partidos,
explica Sebastián Garrido, politólogo e investigador del Centro de
Investigación y Docencia Económicas (CIDE): “Si no mantienes ese umbral, tienes
muchos problemas para tomar decisiones en la Cámara de Diputados”.
“Eso hace difícil que los partidos puedan crearse y mantenerse,
ha cerrado un poco la competencia”, añade. “El porcentaje depende del contexto
en que lo pongas. Hay algunos países en los que es mucho más bajo o no hay
restricciones, y otros en los que es del 7%, como en Turquía”.
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